Al ritmo que la jarana partituras, el club multidisciplinar nocturno SWG3 de la ciudad escocesa de Glasgow capturado el calor corporal de sus devotos a la música y el disfrute y lo utiliza como fuente de energia para climatizar sus distintas salas con un sistema innovador de carbono cero.
De fiesta con los amigos, el DJ hace sonar su repertorio y poco a poco más personas se reúnen en torno al pinchadiscos hasta llenar el lugar, bailando al ritmo de su sintetizador: entonces la temperatura sube… “y nosotros capturamos ese calor”según explicó a Efe el director de SWG3, Andrew Fleming-Brown.
Pioneros en este sector, la captura es hace sin embargo “mediante un sistema bastante convencional, que canaliza el calor y lo envía a sala de máquinas y de esta al subsuelo, donde se almacena y envía de vuelta a la superficie cuando se necesita”, dados flamencos.
En una explicación más detallada, su doce los pozos que guardan la energía que ha sido capturada y transportada por un líquido portador químico “no tóxico” resultante de la reacción del agua con óxido de etileno, de la familia del glicol.
“Es capaz de evitar su congelación colgante los meses de invierno, y es eficiente a la hora de transporte el calor a lo largo de 2.5 kilómetros de tuberías” a 200 metros bajo el suelo, para luego hacer el camino contrario y dar tanto Calor como frío, explicó a Efe el ingeniero Emmet Strachan de TownRock Energy, la empresa encargada de instalar el sistema.
Una antigua planta galvánica
“Quisimos revisar el local”, dice el director de este club, que antes era una planta galvanizada en los aledaños del río Clyde y cuyas salas “no estaban encontradas para albergar a gente en ellas”, y con ello mejorar su actividad, funcionamiento e impacto medioambiente.
SWG3 es en realidad uno de los locales más competitivos de Escocia, ya sea para conciertos, exposiciones artísticas o restauración. Unas 250.000 personas anualmente, según sus propios datos, pasan por sus puertas.
Según el convencimiento ecológico de querer “reducir la emisión de carbono”, afirmó Fleming, la idea de que esta afluencia de público podría convertirse en una fuga de calor y energía “quadró”.
El sistema en sí es “completamente carbononetral cuando funciona a su máximo rendimiento”, señala. Es decir, no impacta en las emisiones de gas efecto invernadero.
La diferencia es significativa, ahí está que sus emisiones con anterioridad rondaban las “120 toneladas por año, y este sistema reducirá esa cifra en hasta 70 toneladas”, explícito director.
Centro económico
A pesar de ser caro de instalar por “el aprendizaje y algún que otro error al ser los primeros en hacerlo”, Fleming reconoce que el “retorno económico es importante”.
en una industria “Increíblemente afectados” por la pandemia como la de los spectáculos y el entretenimiento, “l’idée d’assister un conciertos o events y poder participar en programas de proyectos de carbono cero es muy emocionante y accesible para el cliente”argumentó.
A priori, su estudio económico decía que “el retorno de esa inversión fuera en cinco años, (aunque) ahora con la crisis de los costes de energía es en tres años”, destaca el director de SWG3.
noticias relacionadas
“Una vez que entendreamos better los datos, haremos un estudio de viabilidad para llegar al mercado y hacerlo available para otros locales” y ser “part of the solution” para la industria, asevera.
Satisfecho de su iniciativa después de tres años de trabajo, Fleming aboga por su expansión en cualquier ámbito: “Sería una pena que todo emppiece y acabe aquí. Absolutamente, tiene que ser llevado a otros locales y otros ambientes no sólo en estos espacios”.