La empresa encargada de gestionar la plaza de toros de Las Ventas, Plaza 1, ha comunicado que la presentación oficial de los carteles para la Feria de San Isidro 2025 tendrá lugar el 6 de febrero. Este cambio en la fecha de presentación, que solía ser entre marzo y abril, ha provocado distintas reacciones en el ámbito taurino.
Opiniones en el ámbito taurino
Ciertos entusiastas han manifestado su descontento en plataformas sociales, argumentando que este adelanto reduce el romanticismo de la tauromaquia y limita la oportunidad de incorporar a toreros que se destaquen en las primeras ferias del año. El periodista Paco Cañamero ha propuesto dejar algunos eventos abiertos para reconocer a los triunfadores de las ferias iniciales, permitiendo así una mayor flexibilidad en la elaboración de los carteles.
Algunos aficionados han expresado su descontento en redes sociales, argumentando que este adelanto resta romanticismo a la tauromaquia y limita la posibilidad de incluir a toreros que destaquen en las primeras ferias del año. El periodista Paco Cañamero ha sugerido que se dejen abiertas algunas corridas para premiar a los triunfadores de las primeras ferias, permitiendo así una mayor flexibilidad en la confección de los carteles.
Rafael García Garrido, uno de los directivos de Plaza 1, ha respaldado la decisión, indicando que la tauromaquia necesita ser sostenible y que una manera de conseguirlo es mediante la planificación anticipada, tal como se realiza con otros importantes eventos culturales y deportivos. Este enfoque tiene como objetivo atraer a una audiencia más amplia y asegurar el éxito financiero de la feria.
Rafael García Garrido, uno de los empresarios al frente de Plaza 1, ha defendido la decisión, señalando que la tauromaquia debe ser rentable y que una forma de lograrlo es planificar con antelación, al igual que se hace con otros grandes eventos culturales y deportivos. Este enfoque busca atraer a un público más amplio y garantizar el éxito económico de la feria.
Innovaciones anteriores
En 2018, se introdujo la idea del «bombo» para la Feria de Otoño, una propuesta que buscaba crear competencia y romper con moldes tradicionales. Aunque inicialmente generó expectación, esta iniciativa no tuvo continuidad en las ediciones posteriores.